Es importante que, siempre que nos encontremos en un escenario que nos resulte poco familiar, establezcamos los límites de nuestra posición. Luego, podremos empezar a pensar en lo que es posible. Necesitamos entender qué está permitido y qué no. A algunas personas les gusta que les digan lo que pueden (y no pueden) hacer. A otras no hay nada que les guste más que explicar las reglas y compartir información destructora de alegría. Hoy tu tarea consiste en abrir de par en par los confines de un aspecto estancado de tu mundo. ¡Reescribe el reglamento!