Quedaron atrás los días en los que las prendas de vestir se hacían a mano y a la medida. Hoy en día sólo los modistos más caros ofrecen este servicio. En cambio, tenemos que rebuscar en los colgadores de las tiendas para encontrar algo que más o menos “nos siente bien”. Lo mismo ocurre con las soluciones para los planes No tiene sentido que hoy te agotes buscando la respuesta perfecta. En lugar de eso, ¿por qué no te conformas con algo que se le acerque y luego lo personalizas? El universo te está ayudando a realizar el cambio que estás buscando. Es más fácil de lo que crees.