Es fácil disgustar a algunas personas, no hay que hacer un gran esfuerzo para que se sientan indignadas. En realidad es tan fácil provocarlas y hacer que se sientan molestas, que no es necesario hacer ningún esfuerzo en absoluto para conseguirlo. De hecho, la mera presencia de otra persona es suficiente para que les suba la temperatura. O, si eso no funciona.. simplemente hay que hacer algo mínimamente molesto, como por ejemplo respirar demasiado cerca de ellas. Este fin de semana no tienes que desperdiciar nada de tu tiempo intentando ganarte la aprobación de cierta persona. ¡Sé tú misma!
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