Tienes que apretar el botón. Girar una llave. Abrir una puerta o dar al interruptor. Pero, ¿qué pasará si no sigues el protocolo habitual? Nada. Nada en absoluto. Puede no haber duda de que sabes lo que se espera de ti. Es sólo que, por alguna razón inexplicable, hoy estás decidida a desobedecer abiertamente las reglas. Así que, adelante. Ve a por ello. En serio… no cedas. Pero, ¿qué es lo que esperas demostrar? Ya que sabes lo que hay que hacer… y sabes cómo hacerlo, ¿no es mejor que vayas directa a por ello?