Siempre hay alguien, en algún lugar, que piensa que el mundo está a punto de acabar. Es una razón muy práctica para no tener que emprender medidas y hacer algo productivo. Oh, bien. Todos podemos rendirnos, caer en un estado de depresión y dejar que lo inevitable se desarrolle. ¡No! No está en tu naturaleza ser pesimista. No permitas que, sólo porque tienes en lo más profundo de tu mente la preocupación de que una situación buena no puede durar, eso sea la causa de mayor ansiedad. Como esta semana revelará, puedes permitirte tener fe en el futuro y en ti misma.