Claro que todos sabemos qué hacer cuando las cosas se ponen difíciles. Si tenemos sentido común, nos ponemos a andar hasta encontrar un lugar más agradable donde pasar el rato. Lo que se deduce de esto es que sólo los más débiles de entre nosotros se quedan quietos y aceptan la situación tal y como es. Sin embargo, los realmente duros también saben cuándo hay que luchar y cuándo hay que retirarse. Son los “no tan duros” los que reaccionan y hacen que la vida sea difícil para todo el mundo. Hoy podrías sentirte tentada a defender tus ideas. Pero hay opciones más sencillas y pacíficas.