Hoy en día es posible controlar nuestros sentimientos mediante medicación. Los médicos nos pueden recetar medicamentos que nos ayuden a desconectar de nuestras emociones. O a hacer que seamos más felices. O a calmarnos. Sin embargo, ninguno de ellos puede cambiar lo que yace en el corazón de nuestro ser interior. No va a ser fácil encontrar una respuesta al problema en el que estás invirtiendo tanto tiempo y energía. Sin embargo, tu sincero deseo de mejorar las cosas está obrando sutilmente magia. Disfruta del subidón natural que tendrás cuando veas los frutos de tus esfuerzos.