A pesar de que llevas horas mirando fijamente una cosa, no estás más cerca de ver lo que miras. Eso es debido a que lo estás mirando desde la perspectiva equivocada. Estás demasiado cerca y, como resultado de eso, no estás viendo el cuadro al completo. Prueba a dar un paso atrás. Si eso no es físicamente posible, intenta darlo con la mente. Esto no quiere decir que “renuncies” o “te apartes”. Es la única manera de comprender con exactitud una situación complicada. Dentro de poco todo encajará y te traerá un montón de posibilidades inspiradoras.
