Imagínate cómo cambiaría la atmósfera si un alto cargo político hiciera que todos los miembros del parlamento (de todos los partidos) se cogieran de la mano y cantasen juntos una canción infantil Desde luego que se crearía una atmósfera más amistosa y agradable. Cantar en consonancia bien podría crear cierta armonía a la hora de hacer política. La pomposidad y la superioridad moral enraízan demasiado a menudo en la gente, lo que hace que las tensiones sin importancia se intensifiquen. Hoy, donde sea posible, da cabida a la dulzura y la cordialidad.