Está muy bien eso de soñar con lo que harías si la situación fuera diferente – pero de ningún modo te será tan útil como reflexionar sobre lo que deberías hacer en este escenario. Antes de que podamos relacionarnos con un futuro imaginario, debemos conquistar primero el momento presente. La clave para los triunfos de mañana está en los planes que manejamos hoy. Así que apunta a las estrellas. Sé ambiciosa. Sé astuta. Sé decidida. Marca casillas. Resuelve problemas. Arregla el mundo. Y, aunque creas que has perdido tu oportunidad, vuelve a intentarlo de nuevo.