Si hay una laguna en tu conocimiento, no tienes que llenarla a toda prisa. ¿Qué pasaría si estuvieras buscando algo imposible de saber, como la respuesta al significado de la vida, el propósito del amor, o una respuesta lógica a una pregunta ridícula? Sólo porque no tengas la información que necesitas no significa que puedas empezar a culparte a ti o a nadie más por ello. El juego de la culpa nunca acaba bien. En vez de eso, prueba a aceptar lo que no puedes cambiar. No hay nada en este mundo que sea totalmente finito o que esté totalmente predeterminado.