Una de las razones por las que decimos que las apariencias engañan es que, a pesar de que algunas veces lo hacen, ¡muchas veces no! Por lo general la gente y las situaciones son exactamente como esperamos que sean. De una sola ojeada, vemos lo que conocemos, respondemos como de costumbre y seguimos adelante con normalidad. Sin embargo hay veces en las que las cosas no son tan sencillas y ésta, bajo la influencia de la poderosa cometa astrológica, es una de esas veces. Una deliciosa sorpresa viene de algo sorprendentemente familiar.