Algunas personas son descuidadas. Se entregan mínimamente a cualquier cosa que intenten. Hacen como que están escuchando pero raras veces hacen lo que se espera de ellas. Piensan que al asentir con lo que hay que hacer, pueden recibir el elogio y el beneficio que vienen cuando se hace un buen trabajo. Tú, por otro lado, eres mucho más estricta. La cuestión es si puedes o no mantener tus elevados estándares sin sentir deseos de criticar a los que no son tan diligentes como tú. La tolerancia está a la orden del día.