Un roble no pide permiso de obras antes de echar raíces. La Madre Naturaleza no reconoce a un superior tan voluble. Tiene sus propios métodos de autorregulación y, desde luego que no hace caso de ninguna tontería burocrática. Entonces, puesto que somos parte integrante del mundo natural, ¿por qué estamos tan atados a las normas y reglamentos y no somos capaces de seguir nuestros impulsos básicos? Aunque sí que tienes que ser muy meticulosa hoy, seguir el protocolo te conducirá a un resultado altamente satisfactorio.