¿Quién te está espiando por encima del hombro? ¿O se alza imponente y amenazadoramente sobre ti? ¿Estás segura de que es una persona? ¿No será un antiguo recuerdo? ¿O un temor que abrigas desde hace mucho tiempo? Sea lo que sea, esta sensación viene del pasado. Entonces, ¿cómo puedes deshacerte de ella? Empieza por tener en cuenta lo auténtica, real y válida que es. Cuando te hayas asegurado de que el sujeto de tus preocupaciones es más un vestigio fantasmal que un problema concreto, podrás fijar tus metas firme y exclusivamente en lo que hay en adelante.