Antes que nada, mi trabajo consiste en tranquilizar y dar ánimos. Como resultado, he analizado las causas más comunes y, con frecuencia, menos necesarias del estrés y el miedo. Por ejemplo, las arañas. En Europa apenas hay un puñado cuya mordedura podría hacer daño a un ser humano. Sin embargo, a pesar de que las posibilidades de que una araña de esas pueda herirnos son casi inexistentes, la aracnofobia es uno de nuestros temores más comunes. Ya que es incluso menos probable que la fuente de tu actual temor sea algo de importancia, hoy puedes olvidarte de ella.