¿Quién maneja hoy el cotarro? ¿Quiénes son los intérpretes y quiénes los espectadores? ¿Quién está mirándolo? Si no puedes responder a estas dos últimas preguntas, pocas esperanzas te quedan de poder llegar al fondo de la primera. Tienes que averiguar qué tipo de programa es y qué cantidad de participación tiene la audiencia. ¿Se anima a los actores a que improvisen? Y, lo más importante, ¿la visión de quién tiene prioridad? Hoy no dejes que los factores externos te conviertan en espectadora de tu propia historia. Ha llegado el momento de que pases a un primer plano.