Cambiamos con las estaciones del año. Aunque las alteraciones son sutiles, no podemos hacer otra cosa que adaptarnos. Usamos ropa ligeramente distinta, comemos cosas diferentes y cambiamos nuestro horario para hacer las cosas de modo que coincida con la cantidad de luz del día. Puede que no nos guste el hecho de que estas modificaciones son necesarias pero debemos adaptarnos a ellas. El cambio en el clima psicológico que ha traído el “Dedo del Destino” sugiere que, si consigues adaptarte a una nueva situación emocional, cierta relación saldrá enormemente beneficiada.