Cada uno de nosotros tenemos un armario en el que guardamos algún que otro trapo sucio. A algunos se les da muy bien cerrar con pestillo la puerta de modo que casi consiguen olvidar los secretos que acechan en su pasado. Otros parecen tener una vitrina de cristal en la que ponen luces brillantes para que todo esté bien iluminado y que todo el mundo pueda verlo.  Tú no necesitas arrojar luz sobre cualquier cosa de tu pasado que no te beneficie. Pero sí que sería aconsejable que dieras un repaso para ver si estás escondiendo algo que fuera necesario estudiar.