Si alguien te ofreciese una manera fácil para salir de cierta situación, te sentirías tentada a aceptarla. Pero parece que vas a tener que mantenerte firme, hacer constar tus opiniones, afrontar las consecuencias, tomar el control, jugarte el cuello… ya entiendes la idea. Sin embargo, lo cierto es que el hecho de hacer esto no se acercará ni un poco a ser tan espantoso como crees y, para tu deleite, descubrirás que has superado un problema, conseguido una victoria, vencido un temor, triunfado sobre un enemigo… ¡ya entiendes la idea!