La naturaleza tiene una habilidad asombrosa para adaptarse a los ambientes cambiantes. El comportamiento de los camaleones es un ejemplo de ello. Qué extraño resulta entonces que, cuando los seres humanos pasamos por un proceso de cambio para protegernos del daño, se nos pueda acusar de no “ser nosotros mismos”. Tu capacidad de adaptación te hace fuerte. No hay ninguna necesidad de que este fin de semana te disculpes por adaptar tu actitud. No estás dejando a nadie colgado. Simplemente te estás retirando a un lugar de mayor influencia.