Hay gente que no puede soportar la idea de no tener una respuesta para cada cosa. Cuando se les pregunta algo que no saben, recurren a las conjeturas. Esto estaría bien si no insistiesen en declarar sus suposiciones con un tono de voz que transmite una convicción y una certeza absolutas. Lo que es peor, cuanto más lo hacen, más convincentes tienen a ser sus faroles. Cierta persona te ha estado llevando a creer que es inevitable la decepción. Estás a punto de descubrir que está muy, pero que muy, equivocada.