Algunas personas ponen grandes letreros en la puerta de su casa advirtiendo a la gente: “Cuidado con el perro”. A menudo es una sorpresa descubrir que tienen un lindo doguillo, ¡en lugar de un lobo feroz! Te preocupaba que tuvieras que negociar con un metafórico monstruo de afilados dientes. Te han advertido acerca de su ferocidad y estás preparada para un encuentro difícil. Pero sus ladridos son mucho peores que su mordedura. Destierra la idea de confrontación y te sorprenderá con qué facilidad conversáis.