La falta de decisión suele ser la raíz de nuestros problemas. Perdemos tanto tiempo intentando evaluar los pros y los contras de una idea que perdemos empuje y, antes de que nos hayamos dado cuenta, la ocasión ha pasado de largo. Sin embargo, la gente que a nuestro juicio le va bien, no siempre toma decisiones precipitadas. Comprenden que en algunas ocasiones es mejor esperar el momento oportuno, aunque con ello se arriesguen a que se les escape la posibilidad de progresar. Si hay algo que esté destinado a ser para ti, no te pasará de largo sin más. Hoy haz caso a tus impulsos.