Una de las metas más importantes de la crianza de los hijos es enseñarles a comprender la diferencia que hay entre el bien y el mal. Sin embargo, ¿cómo puede estar alguien seguro de que los valores que ha seleccionado son los correctos? A veces se nos puede culpar de habernos aferrado a creencias arraigadas y, ya que todos nos apoyamos en principios incorrectos, ¿cómo podemos sugerir que sabemos algo sobre ética y moral que valga la pena compartir? Pero en el fondo sabes cuándo algo está bien. Hoy no tengas miedo de decir lo que piensas.