Dicen que “una olla vigilada nunca rompe a hervir”. Sin embargo, a un nivel técnico, científico y subatómico, eso no puede ser cierto. Aunque pudiera parecer que, vigilándola, a la olla le lleva una eternidad calentarse, siempre acabará haciéndolo. Es más, le llevará exactamente el mismo tiempo que siempre. A menos que apagues la cocina. O que eches agua fría encima. Pero este fin de semana no necesitas hacer ninguna de estas cosas. Has puesto en marcha una serie de acontecimientos y, al menos hasta el momento, todo está saliendo mucho mejor de lo que habías imaginado. ¡Relájate!