Aunque la verdad es importantísima, no significa que tengas que explicar todos los pormenores de una situación. No hace falta que lo cuentes todo con pelos y señales. Siempre y cuando hables en líneas generales y con toda sinceridad, puedes callarte los detalles más sutiles. Por lo tanto, comparte sólo lo que sea verdaderamente necesario y considera cómo va a ser recibida tu información. Ten en cuenta que decir ahora una mentira piadosa causará problemas más adelante. Tus habilidades diplomáticas te serán de gran ayuda.