Cuando la gente que ocupa altos cargos de poder comete errores, se suele esperar que presenten su dimisión. Aun cuando el error no sea suyo, si alguien de su equipo ha hecho un mal trabajo, se espera que sean ellos los que se sacrifiquen. Aunque tal vez sea esto lo que hay que hacer, se plantea la cuestión de qué pasa cuando la persona mejor capacitada para el puesto ha tenido que marcharse. En tu vida se está abriendo una “brecha”. No te pongas nerviosa por presentarte a un puesto de responsabilidad.