Igual que alguien que está encerrado en lo más alto de una torre de marfil se siente solo, los ocupantes de algunas de las zonas más exclusivas del mundo se sienten aislados. Aunque envidiamos a las personas que han logrado un gran éxito, ellas suelen sentir celos de nuestra capacidad para llevar una vida normal. Cuando llegas a la cima de la montaña, el único camino a seguir es el de bajada. Este fin de semana vale la pena que tengas esto en cuenta… existe la posibilidad de que estés a punto de encontrar algo mucho más fácil de conseguir de lo que piensas.