Cuando las personas mayores te preguntaban qué querías ser cuando fueses mayor, ¿te pensabas seriamente la respuesta? ¿O simplemente les decías lo primero que se te venía a la cabeza? ¿O te decidías por tu última manía? Aunque entonces tuvieras un plan concreto que fue creciendo para definir las decisiones que tomaste en ese momento, tus conocimientos, planes y experiencia han cambiado con el tiempo. Nunca dejamos de crecer. No permitas que tus decisiones vengan ligadas con demasiada firmeza a los conceptos, creencias e ideas que has concebido, aunque haya sido hace poco tiempo.