La bola de roca en la que habitamos sigue girando sobre sí misma. Mientras ella gira, nosotros lo hacemos con ella. Es sorprendente que no nos hayamos mareado. Sin embargo, ni siquiera notamos ese movimiento rotativo. Lo que nos hace ir de cabeza son las dificultades que nos pone la vida. Justo cuando pensamos que lo tenemos todo controlado, ¡zas! hay va otra vez, poniéndolo todo patas arriba. Aunque tal vez la luna azul astrológica te altere o te haga poner en duda una relación clave, esta semana tu vida va a dar un verdadero giro a mejor.