No eres una princesa (o un príncipe) que está atrapada en una torre. Sin embargo, vamos a imaginarnos que estás encerrada en un grandioso castillo. Has llenado el foso. Has levantando el puente levadizo. Cualquier fuerza hostil que quiera entrar en él va a necesitar una enorme cantidad de determinación y astucia para conseguirlo. Sin embargo, también te has quedado incomunicada de tus aliados – los mismos que podrían acudir a rescatarte. Como hoy se unen Venus y el Sol, baja ese puente levadizo. Una mente abierta es la clave del éxito.