¿Quién estará ahí para apoyarte este fin de semana? ¿Hay alguien en quién puedas confiar? ¿Y hay alguien de quién tengas que desconfiar? Si estos son los pensamientos que se te pasan por la cabeza, puedes ahorrarte algún tiempo. ¡Déjalo! No te hace ninguna falta poner en duda tu obligación de seguir a rajatabla una decisión importante. Si das a todos los involucrados (incluida tú misma) el beneficio de la duda, demostrarás que se puede confiar en tu intuición. Hasta las cosas que parecen malas son en realidad buenas.