Algunas veces, por mucho que corramos, seguimos en el mismo sitio. Otras, con un esfuerzo mínimo, hacemos un progreso satisfactorio. Por suerte estás entrando en la segunda de estas fases. Estás a punto de sentir que un potente radar interior te guía hacia una cita con el destino Si notas una creciente emoción es debido a que lo que está a punto de suceder tenía que haber pasado hace tiempo. Si esto te pone nerviosa, deja de preocuparte. El equinoccio señala una actitud más feliz y una ruta más efectiva para llegar al futuro.