Si alguien nos ha engañado o metido en una encerrona, algunas veces es porque una parte de nosotros ha permitido que eso ocurra. Tal vez no estábamos prestando suficiente atención o la fantasía resultó ser demasiado seductora. Pero no sólo los sueños emocionantes nos roban nuestro sentido común. Las preocupaciones pueden sedar nuestra razón y dominar la pequeña voz que nos advierte de que no debemos ser tan negativos. La poco corriente alineación entre Urano y Neptuno indica que una nueva realidad está empezando a asomar – y después de todo ¡no es tan mala!