Oh, ¡la dicha de estar vivos! ¿Puedes sentir los latidos de tu corazón? ¿Notas cómo tus pulmones se expanden y contraen? ¿A tus arterias llevando oxígeno a tus células? Tu cuerpo recibe enormes cantidades de información y la utiliza para adaptarse. Por suerte todo esto está ocurriendo sin ningún esfuerzo consciente por tu parte. Hay un sistema automático de análisis que mantiene todo en funcionamiento, aun cuando estás durmiendo. ¿Podría estar esto cuidando también de tus necesidades emocionales y espirituales? Este fin de semana confía en lo que está pasando entre bastidores.