La naturaleza es abundante. Sin embargo, hay momentos en que nos desafía y la capacidad que tiene el planeta para ofrecernos el nivel de riqueza y fertilidad que hemos llegado a esperar se ve comprometida. Pero hasta las condiciones más duras son transitorias y, en algunas ocasiones, la naturaleza restablece (finalmente) el equilibrio, suministrándonos en exceso precisamente eso de lo que preferiríamos tener menos. Aunque es posible que estés luchando para regular un área de tu vida que parece estar cambiando continuamente, las consecuencias no son tan serias como temes.