Las situaciones tensas tienen siempre la capacidad de generar más tensión. Cuando se levanta la voz, todos tendemos a hablar a gritos. Si alguien transmite de manera enérgica sus fuertes convicciones, las otras personas aprovecharán la oportunidad para compartir sus puntos de vista. Pero si quieres apagar un fuego, la última cosa que necesitas es más combustible. Así como no se solucionará un conflicto encontrando otra cosa sobre la que discutir. El equinoccio sugiere que es posible cerrar una herida – pero sólo si se da prioridad a la dulzura.