Una pizca de chile puede dar sabor incluso a la comida más insípida. Sin embargo, si le vuelcas todo el bote, en un instante harás que tu plato sea imposible de comer. A muchos de nosotros nos falta confianza cuando se trata de saber cuánto echar. Pensamos que es mejor echar la mínima cantidad antes de cometer un error irreversible. Sin embargo, las mayores lecciones suelen venir de nuestros mayores errores. Hoy sé lo suficientemente valiente como para arriesgarte. El ingrediente impredecible de tu mundo es que aportará los mayores dividendos.