Podemos escuchar mil veces la misma pieza de música y luego, un día, percibir un instrumento en segundo plano que no habíamos escuchado antes. Podríamos pasar todos los días por delante de un cuadro, pero sólo cuando nos paremos a contemplarlo de verdad será cuando veamos los detalles que muestra. Y estos no son más que objetos inanimados de nuestra vida. Cuando se trata de personas, nos podemos llevar aún más sorpresas. Aunque pienses que conoces muy bien a cierta persona, esta semana viene a tu encuentro un emocionante descubrimiento.