Puesto que vivimos en una bola de roca giratoria, saber hacia dónde está “arriba” no es tan fácil como parece. Nuestro planeta no para de girar sobre sí mismo mientras realiza su viaje alrededor del Sol. Pero para nosotros está inmóvil. No nos damos cuenta de la velocidad. Esto nos da que pensar sobre las conclusiones que hemos sacado acerca de la vida, el cosmos y todo lo que hay en él. A veces sucede algo que nos lleva a cuestionarnos nuestras conjeturas y que nos ayuda a darnos cuenta de las limitaciones que nos imponemos nosotros mismos. Replantearse una decisión es una idea excelente.