En el tiempo que mi hijo ha estado invitando a sus amigos a tomar el té, no he visto que ninguno de ellos llorase porque no había suficientes verduras en su plato. Mientras que con el helado… ¡qué te voy a contar! Y ya que se suele decir que los niños tienen más intuición que los adultos, no parece que haya buenas perspectivas de que acabemos sabiendo lo que sería bueno para nosotros. Creemos que lo sabemos, pero nuestras necesidades y nuestros deseos se confunden. Te están tentando con una propuesta. Antes de actuar, comprueba que es lo que debes hacer.