¿Por qué todo tiene que ser o blanco o negro, correcto o equivocado, bueno o malo? ¿Por qué parece que todos pensamos que compromiso es igual a derrota y que el “término medio” es una tierra de nadie que hace que el éxito sea algo imposible? Hoy vive conforme a esas distinciones, no faltaba más. Pero es más que probable que estés tirando piedras a tu tejado. Siéntate con su crítico interno más brutal y pregúntale si es realmente necesario fijar unos frentes de batalla que te impiden desarrollarte. Hay más margen de maniobra del que crees.