La gente siempre piensa que el apocalipsis está a la vuelta de la esquina. ¿Lo causará el calentamiento global? ¿Un desastre cósmico? ¿O un acto político sin precedentes? Las advertencias proféticas del fin del mundo son tan antiguas como… bueno, ¡el mundo mismo! El problema es que no sólo disfrutamos anticipando el caos y la confusión a nivel cosmológico. Todos somos culpables de disfrutar la anticipación del desastre en nuestra propia vida personal. Por suerte esto no es más que sensacionalismo. No tienes nada que temer