Lo malo de esperar lo peor es que lo invitamos a entrar en nuestra vida. Nos preparamos para su llegada y, si cuando se presenta como una tromba buscando un lugar donde adherirse ve todas las señales que estamos exhibiendo, como le parece que nos hemos preparado para él, se pega encantando a nosotros. La oportunidad funciona de la misma forma. Aunque puede llamar a cualquier puerta, es más probable que elija una en la que será bien recibida. Si das muestras de que estás preparada para recibir algo maravilloso, hay algo maravilloso listo para encontrarte.