Hay muchas cosas que levantan justificadamente nuestras sospechas. Hay planes falsos y anunciantes farsantes. Hay individuos sombríos con intenciones sospechosas. Pero, ¿cuántas veces nos encontramos realmente con estos planes y estos individuos poco fiables? En realidad no tantas como tememos. Entonces, tal vez deberíamos tener más miedo de las voces que suenan en nuestra mente, que nos aconsejan precaución y nos hablan en susurros sobre los desastres que se esconden a la vuelta de cada esquina. Una mente sospechosa es una mente cerrada. Para poder considerar el valor real de una oportunidad, hoy pon fin a estos miedos.