Hay alimentos que en su momento fueron considerados manjares y que ahora están en la lista de “no tan bueno para ti”. Como pasa con el pan blanco y el azúcar refinado. Solíamos tener buena opinión de ellos porque valorábamos el elevado nivel de procesamiento que se necesitaba para darles el color, el sabor y la textura necesarios. Nos ha llevado mucho tiempo darnos cuenta de que, lo que se quitó durante el proceso, era en realidad bueno para nuestro cuerpo. Igual que la fibra en nuestra comida, si todo lo de nuestra vida es fácil de tragar, acabamos sintiéndonos insatisfechos. Hoy no rechaces un desafío.