El corazón reacciona siempre antes que la cabeza. Por muy ágil y sagaz que sea nuestra mente… siempre va a la zaga de nuestras reacciones viscerales. Y, debido a que trabaja tan lentamente, tiene tiempo para pensar y plantear preguntas que crean complicaciones y debilitan nuestra sincera respuesta inicial. Como Urano cambia de dirección, puedes profundizar en una discusión sobre el mérito de una idea en particular. Pero si quieres que se realice un verdadero progreso, simplemente sigue lo que te diga tu instinto. Da justo en el blanco.