Hay revistas y periódicos que se interesan por lo excepcional, lo sensacional y, francamente, lo totalmente extraño. A algunos les importan poco los asuntos cotidianos de la población en general. Cuando una historia sale a la luz, tendemos a personalizar el drama y a protegernos de esta aparente última “amenaza”. ¿Mala práctica política? Observamos a nuestros jefes con sospecha. ¿Violencia en la calle? Cerramos las puertas. Pero, ¿tiene esto alguna relación con nuestra realidad? Hoy protégete de los poderes de tu imaginación.